Me caso, ¿por dónde empiezo?
Es completamente normal que al empezar a planificar tu boda sientas la sensación de enfrentarte a un abismo. Son tantas las decisiones que hay que tomar sin tener experiencia previa que puedes sentir un poco de ansiedad. Tranquila, nos pasa a todas.
No te precipites
Cada persona maneja la ansiedad de una forma diferente. Durante estos años hemos visto como muchas parejas contratan demasiado pronto a un proveedor sin fijarse realmente en toda las posibilidades que tienen ante sí. Es fundamental que hayas un pequeño estudio de mercado para entender si lo que estamos contratando es lo que realmente queremos tener el día de nuestra boda. De nada sirve correr mucho para después arrepentirte, ten en cuenta que casi todos los proveedores te pedirán un adelanto por lo que si cambias de idea te costará dinero.
No te duermas en los laureles
De la misma forma que te recomendamos tomarte las cosas con calma, tampoco es bueno dejarlo todo para el final. Piensa que en muchos casos, si una novia se te adelanta ya no podrás contratar ese servicio o producto. Por ejemplo: la finca, el fotógrafo, el video, el deejay...
Prepara una lista de prioridades
Desgraciadamente para la mayoría de nosotras existen las limitaciones económicas. Por lo tanto, a no ser que tu fortuna te permita contratar cualquier cosa que se te ocurra, tendrás que ajustarte a un presupuesto. Te recomiendo, antes de comenzar a contratar, crear una lista de prioridades para saber donde debes invertir la mayor parte de tus recursos y donde debes de limitarte un poco más.
Trata de disfrutar del proceso
Casarse es una experiencia única. Los sentimientos a flor de piel, la complicidad con tu familia y amigos... Vivirás momentos únicos e irrepetibles. Esfuérzate en disfrutar de cada momento, de cada pequeño gesto. Con el tiempo te darás cuenta de que el día de la boda pasa muy deprisa y lo que queda son todas las experiencias vividas durante todo el proceso.
Controla tus expectativas
Todas queremos una boda perfecta, con el clima perfecto y sin que nada se salga del guión. Sin embargo puede que aquello que has pedido por internet no llegue a tiempo, que algunos invitados no puedan venir a última hora o que simplemente el clima no sea el ideal y llueva. ¿Pero sabes qué? ¡Da igual! Lo importante es la actitud que tienes ante esos pequeños contratiempos. Desgraciadamente hay cosas que son incontrolables, lo que si podemos controlar es cómo nos afectan a nivel personal. No permitas que unas expectativas muy altas te impidan disfrutar de un día que recordarás muchísimo tiempo.
Espero y deseo que tengas una boda maravillosa. Si necesitas ayuda para organizar o decorar tu gran día y te gusta nuestra forma de trabajar, te animo a que nos envíes un mensaje explicándonos lo que podríamos hacer por ti.
Un abrazo,
Chloe.